Yo creo en la idea de que la vida no se trata de la destinación, si no del camino que tienes que seguir para llegar ahí.
Sé que aun somos muy jóvenes para pensar en el valor del tiempo, pero también estoy cociente de que aun así, entendemos que un día sera importante. En mi vida, he tenido muchas experiencias, buenas y malas, que me han aventado a esta forma de pensar a una edad más temprana de lo que había esperado.
De pequeña, mi familia no tuvo mucho. Vivíamos en un apartamento muy chiquito, con solo un cuarto y poco más para los cuatro. Dormíamos en una sola cama, con una sola cobija, que envolvía a mi hermanito bebe y a mí mientras mis padres pasaban frío. En esos momentos mi mama siempre me pedía que nunca me olvidara de lo que nos pasaba en esos tiempos. Me recordaba que yo un día llegaría a ser algo mejor que ella, una "simple limpiadora de trastes". Pasaban los anos, y llegamos a una situación estable. Mi hermano y yo fuimos a la escuela y aprendimos mucho más de lo que pensábamos posible. Hasta legábamos a enseñarle a nuestros padres las cosas nuevas, y muy pronto, empezamos a ver que nuestra vida iba mejorando. El primer día en nuestra primera casa, yo llore al ver mi propio cuarto con uvitas pintadas en las paredes.
Algo tan sencillo me llego a dar mucho sentimiento porque un tiempo pensé que nunca iríamos a tener algo tan hermoso. En ese momento, vi que no solo se trataba de tener objetos materiales, si no legar a esas cosas hermosas juntos.
Con los anos se empezaron a pelar las paderes de mi cuarto, y fueron pintadas de otro color, tapando las uvitas de mi cuarto especial. No sabia en ese momento que la vida me iba a presentar un nuevo obstáculo. Mi madre se enfermó, y la enfermedad la consumía lentamente. No sabíamos lo que pasaba hasta el día que iba manejando y paro de respirar.
Nuestras vidas son unos caminos largos y complicados donde nunca sabemos a donde llegaremos. A veces el sufrimiento nos encuentra, pero no nos puede parar. Hoy en día me encuentro feliz, acompañada de muchas personas que me guían en esta trayectoria, incluyendo a mi mama. No se tomara sus pastillas a tiempo, pero es mi luz al final del tunnel. El amor, la amistad, y la esperanza son nuestras guias en nuestros caminos en la vida. No lo podemos hacer solos.
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